INTRODUCCIÓN
El presente proyecto de aula se
realiza en la práctica formativa, con el fin de realizar un trabajo de
refuerzo mediante la observación en
el aula de
clase, para la creación de una herramienta con
variedad de estrategias
pedagógicas que permita
mejorar las debilidades observadas en
el aula de
clase. El ejercicio y desarrollo de este proyecto es motivado por el
interés de contribuir con la innovación de
estrategias pedagógicas en el
aula que permitan a
los niños y
niñas desarrollar habilidades.
El proyecto se realiza mediante una investigación exploratoria mixta con
enfoque cualitativo, lo que permite conocer las características, causas y
consecuencias del problema de forma substancial para generar posibles
soluciones y plantear propuestas. Este tipo de investigación
se basa según la problemática como una herramienta para la mejora de las
debilidades observadas.
La estructuración de este proyecto se enfoca principalmente en la
identificación y formulación del problema; la creación de unos objetivos
sólidos que dan un horizonte a la investigación; la justificación que argumenta
la pertinencia y viabilidad del proyecto;
el marco referencial basado en los conceptos y teorías y los referentes
conceptuales y legales de las prácticas pedagógicas formativas. De la universidad
de los llanos.
MARCO TEORICO
Para ello el proyecto
tendrá como referente los principios teóricos de autores como Carlos Jiménez,
Maria Montessori, Jean Piaget y se
abordaran elementos conceptuales relacionados con lúdica, grafo-motricidad,
aprendizaje significativo y otros que permitirán aportar a cada una de las
dimensiones del niño en su proceso de desarrollo integral.
De esta manera se puede
decir que la lúdica es importante en el desarrollo del niño y la niña, porque
fomenta su desarrollo psico-social, la conformación de la personalidad y
formación de valores, permite la adquisición de saberes y comprenderlos en un
contexto, encerrando una amplia gama de actividades donde interactúan el
placer, el gozo, la creatividad y el conocimiento.
Parafraseando a Carlos
Alberto Jiménez V quien señala que
"la lúdica como experiencia cultural, es una dimensión transversal
que atraviesa toda la vida, no son
prácticas, no son actividades, no es una ciencia, ni una disciplina, ni mucho
menos una nueva moda, sino que es un proceso
inherente al desarrollo humano en toda su dimensión psíquica, social, cultural y biológica. Desde
esta perspectiva, la lúdica está ligada a la cotidianidad, en especial a la
búsqueda del sentido de la vida y a la creatividad humana." [1]
Lo anterior para señalar que la grafo-motricidad es una
disciplina científica que forma
parte de la
lingüística aplicada y
cuya finalidad es
aplicar las causas
subyacentes por las que el
sujeto desde su
primera infancia, crea
un sistema de
representaciones mentales,
que proyecta sobre
el papel, mediante
creaciones graficas a las
que adjudica significado y
sentido y que
constituye la primera escritura
infantil.
Algunos autores como Jean
Piaget (1977)la definen como el
desarrollo cognitivo que
hace el niño por
comprender y actuar
en su mundo. Esta
adaptación tiene lugar
por medio de
la construcción de
esquemas de acción.
El niño nace
con unos esquemas
básicos que al ir modificando
a medida que vaya descubriendo
el medio que lo rodea.
Así mismo María
Montessori centro sus
intereses en descubrir
y ayudar al niño a alcanzar su
potencial como ser humano, a través de
los sentidos, en un ambiente preparado
y utilizando la observación científica de un profesor
entrenado. Teniendo en cuenta el
ambiente en que el niño se desarrollara y bajo la observación del profesor,
quien era quien estaba al pendiente de los intereses que el niño pudiera mostrar.
Lo contrario a lo que
quizás ocurre en muchas instituciones actuales, donde se establece una lucha
por ser el mejor, un panorama de la competencia académica, se ve como en las
escuelas Montessori, ocurre todo lo contrario, allí. La meta de la educación debe
ser cultivar el deseo natural por aprender.[1] Un deseo que debe estar mediado por el profesor, es aquí donde este. Ejerce
una figura de guía, que potencia o propone desafíos, cambios y/ o novedades.[2]
El maestro debe ser un observador constante de las variables de los niños, para
poder determinar qué serie de acciones puede desarrollar con ellos, para
visualizar las propuestas pedagógicas que va a establecer con ellos.
El maestro también debe tener en cuenta que si como se
establecen aciertos, también existen fallas en los procesos, por esto debe ser
consciente del error, que para el caso de Montessori, es considerado como parte
del aprendizaje, por ello, no es
castigado, resaltado o señalado, sino, valorado e integrado como una etapa del proceso. Se suele estimular a que
el niño haga siempre una auto-evaluación.[3] Un aspecto
que puede cambiar la forma en que el estudiante se relacione frente al
conocimiento, es importante ver las fallas como algo que va a permitir
visibilizar pos sí mismo, en el caso del estudiante, las falencias frente al
proceso, donde se le permita auto preguntarse por la forma en que está
realizando cierto tipo de acciones. Si el maestro es considerado como un guía,
es claro que no solo estará en los aciertos del proceso, sino también cuando
hayan falencias, errores y pensar en la forma de pasar estos obstáculos
apoyando al estudiante.
[1]
Ibid., p. 5
[2] SILVA
B, Claudia Rocío, CAMPOS, Oscar. Método María Montessori. Instituto Profesional
Luis Galdames. Santiago, 30 de Octubre de 2003.p. 5
[3]
Ibid., p. 5
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